sábado, 9 de octubre de 2010

Nichia

Confieso que, para mí, Nichia es un caso aparte. Sucede que yo viví muchos años a la vuelta del colegio japonés y siempre pasaba por la puerta, todos los días veía a los alumnos entrando o saliendo del edificio de la calle Yatay. Los conocía del barrio. Y fue justamente por una foto de un partido contra Nichia, publicada en internet, que llegamos con mi familia a Comu en busca de béisbol infantil. Y desde que empezamos a participar en esto, siempre fueron uno de los equipos a batir, en cualquier categoría, y encima se presentan con un orden, una organización y un trato que es imposible que no te caigan bien. Esa mezcla de simpatía y respeto que me inspiran hace que jugar con ellos sea especial. Y difícil, siempre difícil. Este año, en mayo, me saqué la espina de ver un triunfo en Infantiles. En Prejuniors, todavía hay que esperar. Esta es la breve crónica de lo que pasó hoy a la tarde, en otra serie de disputadísimos partidos con los chicos de nuestro amigo Mario Kamida.

Empecemos por los Prejuniors...
Arrancó promisorio el partido de las once. Estábamos justos, con Franco, Franco Trifo, Nico, Felipe y Agustín, que volvió a las canchas, y Luis, Dalmiro, Lucas y Francisco haciendo el aporte de Infantiles para completar la planilla. Con esa formación y abriendo Felipe, la primer entrada terminó con un 6 a 1 a favor de Comu  muy alentador. Pero el último campeón Prejuniors adivinen quién es... A partir del segundo inning los visitantes se fueron acomodando, los nuestros combinaron algunos errores con algo de mala suerte, y el score se volcó claramente a favor de los de blanco. En esa segunda entrada, en la que todavía estábamos parejos en el conteo, ellos tenían dos outs, y no hubo caso, no los pudimos sacar del juego. Por una cosa o por otra, el tercer out no llegaba nunca, pasaba cerca, pero no lo pudimos concretar. Y se escaparon con calidad y batazos al fondo. Me quedo con la imagen del homerun de Felipe, que remolcó a su hermano menor y nos dió las únicas dos carreras para sumar a las iniciales. El resultado final, 20 a 8. Ya estábamos roncos de alentar, y faltaban lo mejor...
Primero de  Infantiles, el subibaja
El primer de los partidos fue largo, cambiante y muy sufrido (por los padres, especialmente). Los chicos de Comu arrancaron desconcentrados, y los rivales no perdonaron ninguna distracción. Hasta el tercer capítulo, apenas una carrera de Alejo contra siete de Nichia. El mismo Alejo conectó un gran hit con las bases llenas, que se elevo a media altura por el centro y casi paralelo al piso fue a dar con el guante del jardinero japonés. Un metro a la derecha o a la izquierda, y hubiesen entrado Alejito y Luciano por lo menos. Pero no, tenía que estar parado justo ahí el pibe. Bien por él, en todo caso.
Felipe, coach en primera.
 Así, cuando los chicos de Facundo salieron a batear en la parte baja del tercero, el resultado parcial era 9 a 1 para Nichia. Ahí sonó el despertador, y empezamos a ligar un poco. Con un pitcher rival menos eficaz, y sendos hits de los dos Lucianos, por fin pudimos salir del uno, y sumar las cuatro que permite el reglamento. En la cuarta entrada, Lucas fue al montículo y Mercedes a primera, y con dos ponches y un 1-3 de esos que se festejan a los gritos, pararon por fin la ofensiva japonesa. A batear o morir, me dije a mí mismo (demasiado dramatismo, ya lo sé...) ¡Y cómo batearon! Lucas, Luis, Alejo, Dalmiro, Pancho... ¡y empataron en nueve! Tiempo recontracumplido, y a jugar el inning final que definía todo. Acá, con un ponche y un out de Meche en primera, pensé que lo íbamos a ganar. Pero no. Los chicos de Nichia sacaron pecho, metieron tres carreras antes de ceder ese tercer bateador, y después nos contuvieron sin problemas. Un hit alto atrapado al vuelo sentenció el 12 a 9 final. Segunda derrota en el torneo. Una breve pausa, una charla para ajustar detalles, y a buscar la revancha

Segundo de Infantiles, el home cerrado con candado
En este partido, Dalmiro se lució de pitcher. Mantuvo dos entradas súper controladas, el campo acompañó con precisión y no corrimos riesgos en el home. Pero hasta el tercero, tampoco pudimos anotar, pese a conectar varias veces. Parecía un cero a cero eterno... los innings se alargaban, pasaban los minutos. Por fin, en la parte baja del tercero Dalmi, Luciano y Luisito abollaron el aluminio y entre todos cumplieron con las cuatro vueltas al diamante. Después, en el cuarto capítulo, Lucas permitió sólo una carrera rival. Final, 4 a 1 para los peloteritos de Comu. Desde el borde del campo, los padres-hinchada nos relajamos por fin. Pido perdón a los presentes si estuve un poco gritón hoy a la tarde, pero como dije antes, los partidos con Nichia son para mí un caso aparte. Felicitaciones a ambos equipos, y un saludo especial  para el Sr. Mario Kamida, que cada semana colabora gentilmente con información para este blog. Nos encontraremos nuevamente en la segunda ronda, y me harán sufrir como siempre. Si no, ¿qué gracia tiene?

Estrenamos peinado...

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